Obra de Eugene O´Neill de larga duración en la que se presenta a varios personajes más o menos atormentados por el alcoholismo y sus consecuencias. El del hielo vino, o Llegó el del hielo se refiere al marchante del hielo como aquel que satisface a la mujer cuando el marido está de parranda o en el trabajo. El actor que tiene el rol de Hicky debe ser muy poderoso y carismático, pues tiene unos monólogos de gran dificultad e intensidad. La obra, en una producción televisiva de 1960,dirigida por Sydney Lummet, se puede ver en inglés en un sitio de youtube , otra versión de 1974 puede verse en ok.ru en resolución razonable y con audio decente. La versión más vieja presenta como a Don a Robert Redford, y en la más moderna ese papel lo tiene Jeff Bridges, ambos de 24 años cuando se estrenaron sus producciones, también se le ofreció a Marlon Brando el papel en el estreno, pero se dice que no pudo leer más allá del primer acto sin quedarse dormido. También aparece en las dos versiones el actor Tom Pedi, que además estrenó la obra en 1946 y participó en las 136 presentaciones que tuvo.
(1960)
El elenco lo conforman entonces 19 personajes, entre los que se encuentran dos anarquistas decepcionados, uno joven, Don, que tienen que ver con una mujer muy similar a Emma Goldman, feminista que fundó la revista Madre Tierra. El cantinero, que además funciona de padrote de las tres muchachas que mariposean a los borrachines, el policía corrupto, y el soltero cuñado del dueño del antro que recuerda a su mujer constantemente pero no se atreve a contactar a sus viejas amistades, lo bueno es que sale a mano en su negocio, un prometedor estudiante de abogado dedicado al derecho laboral que sufre de delirium tremens y canta estruendosamente...
(1974)
Un personaje trágico es el que sustenta la gran tragedia, Hicky, quién ha descubierto que no es el alcohol lo que mantiene estancados y borrachos a los personajes, sino sus "sueños de opio", el decir que van a hacer algo y nunca hacerlo; después de haber sido el mayor borracho y el alma de la fiesta en las reuniones que cada año tenían para festejar al dueño del antro, Hicky llega como un regenerado y pone a todos los borrachos de mal humor. Sin embargo lo ven tan bien y con tanto optimismo que piensan en cambiar sus malos hábitos. Un personaje del que antes de que apareciera merecía el cariño de todos se convierte en un insoportable, aunque realista, moralista que quiere sacarlos del hoyo. Todos bromean diciendo que su cambió se debe a que "Llegó del del hielo" y descubrió a su mujer revolcándose con él tras una borrachera.
La muerte, el arrepentimiento y la locura forman la receta de la tragedia y aquí está presente toda esa pasión, en el ambiente sórdido de Los bajos fondos de Gorki, a la neoyorkina. Los personajes son una ensalada que resume el cosmopolitismo de Nueva York y sus historias no son triviales ni simples, puede sentirse el tormento por el que pasan estudiantes que abandonan la universidad, capitanes y generales de guerras coloniales, periodistas, cirqueros y policías. Las prostitutas tienen ciertas esperanzas de encontrar la salvación, pero también están condenadas. Nadie escapa a sus acciones, dice el dramaturgo trágico y contundente que es O´Neill.
